El viaje misionero organizado por la Delegación de Misiones de la diócesis de Alcalá de Henares comenzará este año el 30 de julio de 2025, con la Misa de envío en la Catedral de Alcalá de Henares. El regreso a Madrid está programado para el 23 de agosto de 2025.
El viaje misionero se desarrollará en torno a la ciudad de Guayaquil (en la provincia de Guayas) y las poblaciones de Portoviejo, Chone y Playaprieta en la provincia de Manabí (Ecuador). Los misioneros colaborarán con los proyectos de evangelización que allí sostienen los Grupos Misioneros del Hogar de la Madre. Además, cada año se procura apoyar en su labor a sacerdotes diocesanos que trabajan pastoralmente en lugares más remotos o pobres: en zonas de plantaciones, quizás en la selva… «La providencia nos guiará hasta donde quiera que sirvamos este año. Son los días que exigen más generosidad, pero son los días recordados después con más cariño, porque es donde es donde encontramos más sed de Dios», afirma la secretaria de la Delegación de Misiones, la hna. Beatriz Liaño.
Los viajes misioneros son días de entrega que ayudan a los jóvenes a madurar humana y espiritualmente. La experiencia que se vive en los viajes misioneros no se olvida y orienta toda la vida. Ejemplo de ello es el testimonio de Lucía Rodríguez, estudiante de 3º de Arquitectura en la Universidad de Alcalá, que no duda en afirmar: «Ecuador ha sido una experiencia preciosa y un gran regalo». Y añade: «Algo que nos ha llamado mucho la atención es la generosidad de los más pobres y, sobre todo, su forma de acoger el Amor de Dios y su confianza en Él a pesar de las situaciones, muchas veces muy duras, en las que viven. Lo que más admiro de ellos es su sencillez, porque cuando uno es sencillo es también muy agradecido, y me ha hecho ver que muchas veces no vivo en esa actitud de agradecimiento constante que debería tener por todo lo que he recibido».
Estas experiencias misioneras no son simplemente «una aventura» o un «campamento un poco más lejos». Suponen el encuentro con el mundo del dolor, de la pobreza tanto material como espiritual, y eso exige un camino de preparación que comenzará en torno al mes de febrero, a través de videoconferencias con los misioneros con los que se trabajará más tarde en Ecuador. De su boca se descubrirá cuál es la realidad que espera allí a los jóvenes misioneros. Más tarde, cuando los exámenes hayan terminado, se buscará un fin de semana en el que el grupo pueda conocerse y preparar las distintas actividades previstas en el viaje, así como prepararse para la llegada de los «imprevistos» del viaje, que siempre llegan.
Para más información e inscripciones, pueden escribir a este correo electrónico:
misiones@obispadoalcala.org