Tercer Decreto del Obispo en relación a la pandemia

A TODOS LOS SACERDOTES Y FIELES DE LA DIÓCESIS DE ALCALÁ DE HENARES

TERCER DECRETO EN RELACIÓN A LA PANDEMIA

Ante la excepcional situación sanitaria que atraviesa el mundo, y más concretamente nuestra Nación, el pueblo cristiano ha de ver una ocasión en la que reconocer la precariedad del hombre herido por el pecado y la necesidad de elevar la mirada a Dios quien, en Jesucristo, ha vencido el poder de la enfermedad, la muerte y el pecado. Es un tiempo también en el que se pone en evidencia la necesidad de cuidar y proteger los vínculos familiares recordando que no somos individuos aislados sino miembros de una familia, pueblo de Dios en camino hacia la Patria Celestial. Es por ello un tiempo en el que ejercitar la caridad de un modo más intenso y responsable, con la prudencia del amor.

Tras el anuncio de la Declaración del Estado de Alarma por parte del Gobierno de la Nación Española, MODIFICAMOS alguno de los puntos de nuestro Primer y Segundo Decreto en relación a la Pandemia, teniendo siempre en cuenta el derecho y el deber de los fieles a contar con los Sacramentos y los auxilios divinos.

Consciente de nuestra responsabilidad y para velar por el ejercicio de la adecuada atención que como pastores hemos de prestar

DECRETO

  1. Asegurar la celebración de la Eucaristía en todos los Templos Parroquiales y demás comunidades, manteniendo los horarios habituales; que toda Eucaristía celebrada por cada sacerdote, ya sea solo o acompañado de un grupo reducido de fieles, lo haga “pro populo” o por el fin de la Pandemia, además de por las intenciones particulares.
  2. Dispensar, a quienes no participen presencialmente en la Eucaristía por motivo de la Pandemia, del precepto dominical, exhortándoles a seguir la Eucaristía a través de los medios de comunicación; y, como Iglesia doméstica, tener un acto piadoso de oración en familia escuchando la Palabra de Dios.
  3. Que los sacerdotes y capellanes de hospitales extremen la prudente caridad respecto de los fieles y ofrezcan los auxilios divinos, especialmente el Sacramento de la Confesión, de la Unción de Enfermos y la Comunión Eucarística.
  4. Extremar las precauciones en la administración del Sacramento de la Confesión siendo este ofrecido con redoblado esfuerzo y atendiendo a la distancia física establecida por las autoridades.
  5. Para las celebraciones del Sacramento del Bautismo y del Matrimonio que estuvieran previstas, y para las Exequias y Funerales que pudieran surgir, sean celebrados en presencia sólo de los familiares y personas más allegadas, apelando a la responsabilidad las familias.
  6. Realizar, con la prudencia debida, actos piadosos y rogativas suplicando al Dios de la vida el cese de la Pandemia, la recuperación de los enfermos, la asistencia divina a los sanitarios y la paciencia y esperanza para todos los fieles.
  7. Seguir las indicaciones establecidas en nuestro Decreto del 10 de marzo de 2020: retirar el agua bendita de las pilas; suprimir, como así permite la rúbrica, el signo de la paz; extremar la higiene en aquellos que distribuyen la Sagrada Comunión antes y después de este momento; y realizar las muestras de afecto y devoción evitando contacto físico con las imágenes.
  8. El cese de toda actividad parroquial, excepto la sacramental; establecer un horario de despacho parroquial especial para cuestiones de necesidad, que pueda ser atendido telefónicamente.
  9. Atendiendo a las legítimas disposiciones de las autoridades, asegurarse que las familias y todos aquellos que son atendidos en Cáritas puedan seguir recibiendo ayuda en el suministro de alimentos.
  10. El cese de la atención al público hasta el día 3 de abril en las oficinas de la curia diocesana y de la curia judicial. Los oficiales de las mismas trabajarán desde su casa y las oficinas tendrán el horario restringido de 11:00h a 13:00h para atender asuntos urgentes y de necesidad.

Este Decreto tendrá vigor desde el día de la firma hasta el próximo 3 de abril de 2020, pudiendo ser prorrogado.

En este tiempo pongamos nuestra esperanza en Dios, crezcamos en confianza en su divina Providencia y permanezcamos, junto a María Santísima, en obediencia a las legítimas recomendaciones sanitarias que nos sugieran.

Dado en Alcalá de Henares a 14 de marzo de 2020.

 

+ Juan Antonio Reig Pla, Obispo Complutense

Ante mí,

Álvaro Fernández Ruiz, Vicario Judicial