SOBRE LA NOTA DEL PARTIDO SOCIALISTA DE ALCALÁ DE HENARES

Ante la nota publicada el 23 de marzo de 2021 por el Partido Socialista de Alcalá de Henares, referente a las declaraciones del obispo de la diócesis, Juan Antonio Reig Pla, sobre la ley de la eutanasia, este Obispado quiere ofrecer las siguientes aclaraciones:

  1. El Obispo de la diócesis se refiere a todas las personas con “respeto y aprecio” como indica en la introducción a su escrito sobre la ley de la eutanasia. Sus afirmaciones van referidas a las leyes y actuaciones que las promueven y que considera inadecuadas.
  2. La referencia a España como “campo de exterminio” va circunscrita a los espacios donde se produce la muerte de inocentes (en el seno de la madre, en los laboratorios, en las llamadas “clínicas del aborto” y en los centros de salud ahora también con la eutanasia.
  3. Respetar la Constitución Española no significa “sacralizarla”. Esta es una obra humana perfectible. ¿Qué contiene ambigüedades y permite desarrollos legales no deseables? Como muestra un botón. El Artículo 15 de la Constitución Española reza así: “Todos tienen derecho a la vida”. Sin embargo, esto ha significado la aprobación de la ley del aborto que destruye la vida humana inocente, la destrucción de embriones humanos, su manipulación y, ahora, la decisión de matar a adultos en fase enferma o terminal. ¿Es esto respetar la vida humana y protegerla?
  4. ¿Para qué vivimos juntos en sociedad? Para protegernos, cuidarnos y desarrollar al máximo el bien común que afecta a la totalidad de cada persona y a todas las personas. Al Estado, evidentemente, le corresponde el cuidado y protección de las personas a través de los centros de la salud. Ejercer lo contrario desvirtúa el acto médico (curar, cuidar, asistir, etc.) e implica desertar de manera ilegítima de su misión protectora.
  5. Cuando se utiliza la expresión “nuevos bárbaros embriagados de poder” lo que se pretende es indicar en lenguaje figurado la realidad de quienes, no respetando los bienes indisponibles de la humanidad (el derecho a la vida, el no ser sometido a la esclavitud o a la tortura, etc.) promueven la destrucción de los bienes fundamentales de la persona humana. No podemos olvidar que el Concilio Vaticano II, calificó los atentados contra la vida y, especialmente el aborto, de crimen abominable (Concilio Vat. II, Gaudium et spes, 27 y 51).
  6. Son muchos los años que el Obispo de la Diócesis soporta con paciencia acusaciones infundadas que no pueden encontrar fundamento en ninguno de sus escritos, homilías, etc.: “que es homófobo”; “que sueña en ver a todos los gais en el infierno”; “que no respeta a las mujeres”; “que cuando celebra a los mártires es un acto franquista”, etc. Son falsedades repetidas hasta la saciedad sin ninguna base. Es más, aprovechándose de estas mentiras, sin contrastar con el interesado, se produjo un acta de reprobación en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares. El Obispo no manda a nadie al infierno. Es más nos confía a todos a la misericordia de Dios. Si utiliza la palabra “infierno” es porque este es el lenguaje de quienes describen situaciones de destrucción en algunos ambientes. Quien escucha a estas personas, sabe de primera mano los sufrimientos ocultos y la hipocresía que existe en estas cuestiones.
  7. Resulta increíble que quienes conocen al Obispo, persona amable y colaboradora con todas las iniciativas de Alcalá de Henares, puedan tener una mirada tan ideológica sobre su persona y su ministerio episcopal.
  8. Como dice el Obispo de la Diócesis en este escrito, la palabra de la Iglesia pasa siempre por la reconciliación y el perdón. Nos encaminamos hacia la Pascua de Resurrección que significa el triunfo de la vida sobre la muerte. Ojalá juntos, sin rechazar a nadie, podamos lograr hacer de Alcalá de Henares el “pueblo de la vida”. Que los Santos Niños Justo y Pastor intercedan por nosotros.

24 de marzo de 2021

Obispado de Alcalá de Henares