Ha concluido la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa y pronto regresarán a casa los más de 300 jóvenes de nuestra diócesis complutense que se han reunido con la juventud llegada de distintas partes del mundo para vivir de manera compartida el espíritu de Cristo Resucitado.
Los días han sido muy intensos: los momentos de asueto se han alternado con catequesis, meditaciones, retiros y misas, siempre acompañados por varios sacerdotes de nuestra diócesis y por nuestro obispo Don Antonio Prieto Lucena, que quiso unirse a la peregrinación desde el primer día. Además de conocer la diócesis de Braga, y de haber vivido distintos encuentros con Su Santidad el Papa Francisco en Lisboa, uno de los momentos más especiales tuvo lugar en Fátima, donde los jóvenes de nuestra diócesis renovaron la consagración que hicieron a la Virgen en la peregrinación diocesana de 2017.
Ahora los jóvenes volverán a sus casas, a sus ambientes y cotidianeidad, pero tendrán que luchar más que nunca por vivir las palabras del Papa Francisco en la Vigilia del sábado 5 de agosto: caminar en Esperanza, mirando sus raíces, sin miedo, siendo para los demás raíces de alegría. Siempre teniendo en cuenta que nada es gratis, sólo una cosa: el Amor de Jesús.