“(…) quisiera referirme aquí a las beneméritas iniciativas que vuestra Orden realiza en diversos ámbitos de indigencia material y espiritual. Están animadas por una gran disponibilidad para con los necesitados, a quienes manifiestan de modo visible y concreto el amor del Señor y de la Iglesia. Se trata de iniciativas que representan a veces un valioso aliento y casi un modelo para cuantos desean contribuir con sus esfuerzos a construir un mundo nuevo, capaz de devolver la dignidad y la esperanza a quienes viven oprimidos por las formas modernas de esclavitud y están heridos en el cuerpo y en el espíritu.
Me refiero de modo especial al servicio profético en favor de los marginados y excluidos, que prestáis con el ardor de una auténtica batalla por la promoción integral del ser humano. Gracias a esta noble batalla en la defensa y la valorización del hombre, misión que desde hace varios siglos cumple vuestra Orden, habéis podido enarbolar el estandarte del amor en muchas partes de los cinco continentes, donde la enfermedad y la pobreza humillan a la persona y, por desgracia, amenazan su futuro.” (Discurso durante la audiencia a los caballeros y damas de la Soberana Orden Militar de Malta. 19-10-2000. Juan Pablo II)
Lema: Tuitio fidei et obsequium pauperum (La defensa de la Fe y el servicio a los pobres)