Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Tú, Salvación del Pueblo Romano, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda regresar la alegría y la fiesta después de este momento de prueba”, lo dijo el Papa Francisco en un video mensaje con ocasión de la Misa presidida por el Cardenal Vicario de Roma, Angelo De Donatis, en el Santuario romano del Divino Amor, este miércoles 11 de marzo, Jornada de oración y ayuno promovida por la Diócesis de Roma.
María, la Salus Populi Romani
En su oración, el Santo Padre recordó la presencia de la Virgen María en nuestras vidas “como signo de salvación y esperanza”; por ello, nos encomendamos a la Madre de Jesús, “salud de los enfermos”, y también “Salvación del Pueblo Romano”, porque sabe “lo que necesitamos y estamos seguros – precisó el Pontífice – de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda regresar la alegría y la fiesta después de este momento de prueba”. El Santo Padre se dirige a la Madre del Divino Amor, para que nos ayude “a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos. Y ha tomado sobre sí nuestros dolores para llevarnos, a través de la Cruz, al gozo de la Resurrección”.
El mundo bajo la protección de la Madre de Dios
En estos días de emergencia sanitaria, el Pontífice confía “la Ciudad, Italia y el mundo a la protección de la Madre de Dios como signo de salvación y esperanza”. El Santo Padre participó espiritualmente a través de esta oración, con la cual se inició la celebración Eucarística, de la Jornada de oración y ayuno promovida por la diócesis de Roma. Oración a la Virgen del Divino Amor, al pie de la cual en 1944 Pío XII y los romanos imploraron la salvación de Roma durante la retirada de las tropas nazis. Después de 75 años otra emergencia, invisible e igualmente amenazante, llevó al Papa a dirigirse a la Madre Dios compartiendo los sentimientos del Cardenal Vicario de Roma.
Recaudación de fondos para el personal sanitario
En la Misa – informó el Vicariato de Roma – también se realizó «una colecta diocesana extraordinaria de ofrendas en apoyo al personal sanitario que está trabajando con generosidad y sacrificio en el cuidado de los enfermos”. “Será un momento de gracia, en el que unidos – escribía el Cardenal De Donatis en la Carta con la que instituyó la Jornada de Oración y Ayuno – estaremos en comunión espiritual, nos sentiremos hermanos y hermanas en la fe, en la solidaridad y no desconfiados unos de otros”.
Oración completa del Papa a la Virgen del Divino Amor
Oh María,
Tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y esperanza. Nosotros nos encomendamos a Ti, salud de los enfermos, que ante la Cruz fuiste asociada al dolor de Jesús manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación del Pueblo Romano, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda regresar la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos. Y ha tomado sobre sí nuestros dolores para llevarnos, a través de la Cruz, al gozo de la Resurrección. Amén.
Bajo tu protección, buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies las súplicas de los que estamos en la prueba y líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!