La JMJ Lisboa 2023 ha sido un don de Dios para toda la Iglesia y también para nuestra Diócesis Complutense.
Del 26 al 31 de julio, un primer grupo de 130 jóvenes fuimos acogidos en la Archidiócesis de Braga para vivir la experiencia de los llamados «Días en las Diócesis» cuyo objetivo es conocer la Iglesia que nos acoge y confraternizar con sus jóvenes. Residimos en el arciprestazgo de Vila Verde donde el ayuntamiento y las parroquias se volcaron con nosotros, dándonos lo mejor que tenían y compartiendo su patrimonio cultural y religioso.
El 31 de julio, a este primer grupo, se unieron más jóvenes que habían partido por la mañana de Alcalá de Henares para incorporarse a la semana de la JMJ en Lisboa. A este grupo se fueron uniendo otros durante la semana hasta llegar a 390 jóvenes peregrinos de la Diócesis de Alcalá de Henares.
En la tarde del 31 de julio participamos con el resto de jóvenes peregrinos de España en la Misa y encuentro de españoles poniendo de este modo inicio a las actividades propias de la Jornada.
El 1 de agosto, en el Santuario de la Virgen de Fátima, vivimos un día de retiro con el fin de prepararnos y disponernos espiritualmente para vivir mejor los acontecimientos de los días centrales de la Jornada. El retiro fue guiado por nuestro Obispo y estuvo lleno de momentos de oración para el encuentro personal con el Señor y con su Madre. La tarde culminó con el Rosario ante la Capellina de la Virgen y la renovación de la consagración de los jóvenes al Inmaculado Corazón de María que se hizo en 2017.
El 2 de agosto estuvo centrado en la Misericordia del Señor. Visitamos la Ciudad de la Alegría, espacio preparado por la organización de la JMJ para recibir a los jóvenes en confesión y ofrecer propuestas de muchas y variadas realidades eclesiales en un ambiente de mucha alegría y esperanza.
Este día dedicado al Amor Misericordioso de Dios, tuvo como centro la celebración de la Misa en la Iglesia de los Reyes Magos, parroquia atendida por la Fraternidad Verbum Dei. Los misioneros de Verbum Dei de nuestra Diócesis fueron los que nos pusieron en contacto con esta Parroquia, en la que recibimos una gran acogida.
Las mañanas del 3 y 4 de agosto participamos con jóvenes de otras Diócesis en los encuentros «Rise Up», es decir, las catequesis y la Misa preparadas para los peregrinos de lengua española. El último día tuvimos la alegría de compartir la catequesis y la Misa con el que hasta el mes de junio ha sido nuestro Administrador Apostólico el Obispo Auxiliar de Madrid, D. Jesús Vidal. También concelebró en la misma celebración D. Jesús Catalá, obispo de Málaga, quien fuese obispo de nuestra Diócesis entre los años 1999 y 2007.
Tuvimos la dicha de participar en el acto de acogida del Santo Padre en el Parque Eduardo Séptimo, donde empezamos a disfrutar de sus discursos sencillos pero con palabras que llegaban a lo más profundo del corazón. El viernes nos unimos en este mismo lugar a miles de peregrinos para la celebración del Via Crucis. Nos pareció una gran obra de arte en su conjunto por la riqueza de los textos oracionales, la profesionalidad de quienes tenían que comunicar el sentido de cada estación por medio de la danza y la expresión corporal, la música, las imágenes y los testimonios. Entre ellos, tuvimos el gozo de escuchar el testimonio de Esther, joven de la Parroquia de Santo Tomás de Villanueva de Alcalá de Henares.
El sábado peregrinamos al Parque Tejo y lo dedicamos por completo a prepararnos para la Vigilia de oración con el Santo Padre. Al llegar este momento tan esperado tuvimos ocasión de escuchar de nuevo al Papa y de sorprendernos una vez más por el silencio en el momento de adoración y ver a tantos jóvenes postrados ante la presencia de Jesús en la Eucaristía con un deseo muy grande de vivir ese momento unidos al él y a toda la Iglesia. Dormimos en este mismo lugar esperando a la celebración de la Misa al día siguiente.
La Misa de envío fue nuevamente un gran encuentro con el Señor y con la Iglesia que culminó con las palabras del Evangelio que tanto resuenan en la predicación de los últimos Papas, especialmente desde San Juan Pablo II, dirigiéndose a los jóvenes: «¡no tengáis miedo!”.
El día 7 de agosto regresamos a Alcalá de Henares: fue un día tranquilo, aprovechando el viaje para descansar y teniendo un encuentro juntos por la tarde en el Colegio de la Compañía de María de Talavera de la Reina. Voluntarios de nuestra Diócesis prepararon una gran paella y las hermanas se volcaron con nosotros en mil detalles. Tras un tiempo de testimonios y oración celebramos la Misa presidida por nuestro Obispo como broche final de estos días. Finalmente pusimos rumbo a Alcalá donde todos esperábamos el encuentro con nuestras familias y el regreso a nuestras casas.
Ha sido una experiencia inolvidable y estamos muy agradecidos al Señor de quien esperamos muchos frutos. También le damos las gracias a nuestra Madre, la Santísima Virgen María, modelo y protagonista de esta jornada y ante quien hemos renovado la consagración de los jóvenes presentes en Fátima y de todos los jóvenes de nuestra Diócesis.
Igualmente estamos muy agradecidos a nuestro Obispo que ha querido acompañarnos desde el primer momento compartiendo con nosotros el autobús y los lugares de acogida, ofreciéndonos cada día un momento de catequesis y oración guiados por él, presidiéndonos las celebraciones de la Eucaristía y acompañando con toda dedicación y generosidad a los jóvenes. Damos las gracias también a todos los que, de una manera o de otra, han colaborado en la preparación y la realización de esta jornada, a los que han orado por nosotros y a los que en diversas tareas y ocupaciones han dedicado su vida para que los jóvenes pudiesen vivir esta encuentro.