Ofrecemos a continuación el Magisterio de la Iglesia sobre los juegos de azar, algunos datos oficiales sobre el dinero que mueve el juego en España, y algunas de las consecuencias sobre las personas, los matrimonios, las familias y la sociedad.
«Otro fenómeno destructivo (…) lo constituyen los juegos de azar, especialmente en casinos que prometen una solución tan rápida como espectacular de las dificultades económicas, mientras que en realidad dejan a las personas en una situación aún más grave y difícil» (San Juan Pablo II).
«A los que no tienen otros recursos, se les estimula a conseguir el estado económico, “prestigiado” y ambicionado en esta sociedad, por medio de todo tipo de juegos de azar, algunos de ellos gestionados y publicitados por la propia Administración pública. “España, se ha dicho, se ha convertido en un gran casino”» (Conferencia Episcopal Española).
Entre un uno y un 2 por ciento de la población española es ludópata o jugador patológico. Un 3 por ciento de la población son jugadores problemáticos. Estamos hablando de un total de personas directamente susceptibles de tratamiento de ludopatía o de rehabilitación de ludopatía de 2.350.000 (Cf. Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados).
Foto: L’Osservatore Romano
El Catecismo de la Iglesia Católica
Respecto a los juegos de azar el Catecismo de la Iglesia Católica en su número 2413 enseña:
«Los juegos de azar (de cartas, etc.) o las apuestas no son en sí mismos contrarios a la justicia. No obstante, resultan moralmente inaceptables cuando privan a la persona de lo que le es necesario para atender a sus necesidades o las de los demás. La pasión del juego corre peligro de convertirse en una grave servidumbre. Apostar injustamente o hacer trampas en los juegos constituye una materia grave, a no ser que el daño infligido sea tan leve que quien lo padece no pueda razonablemente considerarlo significativo».
Foto: L’Osservatore Romano
Informe anual del juego en España (2010) publicado por el Ministerio del Interior
Dicho lo anterior conviene leer el Informe anual del juego en España publicado por el Ministerio del Interior (el último al que se ha tenido acceso se refiere a 2010. PINCHAR AQUÍ)
Como botón de muestra destacaremos algunos datos.
En dicho informe se indica que las cantidades jugadas en España en 2010 ascienden a 27.338,98 millones de euros; sólo en la Comunidad Autónoma de Madrid la cantidad alcanza los 4.666,61 millones de euros.
El valor medio de las cantidades jugadas por habitante en España asciende, para ese mismo año de 2010, a 581,42 euros; y en la Comunidad Autónoma de Madrid alcanza los 722,53 euros por habitante.
En lo que se refiere, en particular, a las visitas a los casinos a nivel nacional, en 1991 fueron 3.099.615 visitas; en 2010 las visitas alcanzaron la cifra de 4.344.178, es decir, casi un 50% más que en 1991 (47,19%). Sólo en la Comunidad Autónoma de Madrid el número de visitas a los casinos en 2010 fue de 747.926.
Conviene recordar que el Informe que estamos comentando NO incluye los datos de juegos de azar on line.
Ludopatía
Como consta en el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados de 17-03-2011 «entre un uno y un 2 por ciento de la población española es ludópata o jugador patológico. Si el padrón de la población española ahora mismo está en 47 millones de personas, eso haría un total de unas 940.000 personas afectadas directamente por ludopatía en España. Un 3 por ciento de la población son jugadores problemáticos. En nuestro entorno llamamos jugador problemático al que se encuentra en la antesala de jugador patológico o ludópata. El 90 por ciento de los jugadores problemáticos terminan siendo ludópatas, con lo cual creo que es importante tener en consideración este 3 por ciento. El 3 por ciento de 47 millones son 1.410.000. Estamos hablando de un total de personas directamente susceptibles de tratamiento de ludopatía o de rehabilitación de ludopatía de 2.350.000.» (Presidente de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados, FEJAR)
Pero además, como se indica en el mismo Diario, la ludopatía «es una actividad que muchas veces se asocia a un incremento de actos ilegales, de suicidio, de ruina y generalmente siempre que está presente la ludopatía desgraciadamente hay también presentes otra serie de hechos como pongo ahí. Habitualmente hay ausencias al trabajo que llegan a un 70 por ciento; robos para poder financiar el juego, 46 por ciento; problemas judiciales y detención, 39 por ciento; problemas matrimoniales o familiares, que terminan incluso en rupturas en un 30 por ciento; y ruina, bancarrota, en una proporción también destacable, que llega al 28 por ciento en varones y a un 8 o 10 por ciento en mujeres.» (Jefe de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre)
A la luz de estos estremecedores datos no resulta extraño que el mismo Informe anual del juego en España indique que la relación de personas con prohibición de acceso a casinos y bingos, a petición propia o por mandato judicial, que consta en el registro nacional sea de 26.797 personas y en los registros autonómicos 58.508.
La Conferencia Episcopal Española
Por su parte la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española ya explicaba en 1990:
«En nuestro momento actual observamos una desmesurada exaltación del dinero. El ideal de muchos parece que no es otro que el de hacerse ricos o muy ricos en poco tiempo sin ahorrar medios para conseguirlo, sin atender a otros valores, sobre todo a los aspectos éticos de la actividad económica. (…)
Nuestra sociedad está elevando a rango de “modelos” a hombres y mujeres cuya única acreditación parece ser el éxito fulgurante en el ámbito de la riqueza y del lujo. Se ofrecen a la opinión pública como prototipos a quienes el azar, la suerte o el poder han elevado al “éxito” social. Se inflige a los más desfavorecidos el agravio comparativo de la ostentación y de las fortunas rápidamente adquiridas. Todo ello conduce a una mentalidad para la que lo importante es tener “éxito” al margen de cualquier razón ética.
Al mismo tiempo, a los que no tienen otros recursos, se les estimula a conseguir el estado económico, “prestigiado” y ambicionado en esta sociedad, por medio de todo tipo de juegos de azar, algunos de ellos gestionados y publicitados por la propia Administración pública. “España, se ha dicho, se ha convertido en un gran casino”. Y muchos de sus ciudadanos parecen confiar cada vez más en el golpe de fortuna.» (LIII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española. “La verdad os hará libres” (Jn 8,32). Instrucción pastoral sobre la conciencia cristiana ante la actual situación moral de nuestra sociedad, n. 18. 20-11-1990)
El Papa Juan Pablo II
También San Juan Pablo II en la Exhortación Apostólica Ecclesia in Oceania (22-11-2001) advertía: “otro fenómeno destructivo en Oceanía lo constituyen los juegos de azar, especialmente en casinos que prometen una solución tan rápida como espectacular de las dificultades económicas, mientras que en realidad dejan a las personas en una situación aún más grave y difícil.”
Otros documentos
«¿Ganamos o perdemos con Eurovegas?», 24-06-2012
«Interrogantes sobre “Eurovegas”», 20-06-2012
«El fin no justifica los medios», Junio de 2012
«Apoyo a la declaración de Mons. Cortes», Julio de 2012
«Nos preocupa, nos compromete», Febrero de 2013
No sólo los Obispos de España u Oceanía han mostrado su preocupación respecto a este tema. También la Conferencia Episcopal Argentina (157ª Comisión Permanente) publicó un documento titulado “El juego se torna peligroso” (2010); un problema del que también se hizo eco, en un interesante artículo, L’Osservatore Romano (No hay soluciones mágicas para salir de la pobreza. 2011).