Carta del obispo a todos los diocesanos complutenses: «Rezar por los que siempre rezan por nosotros»

REZAR POR LOS QUE SIEMPRE REZAN POR NOSOTROS

Carta del Obispo a todos los diocesanos de Alcalá de Henares

20 de mayo de 2024

Queridos diocesanos de Alcalá de Henares:

El domingo 26 de mayo, Solemnidad de la Santísima Trinidad, celebraremos la Jornada “pro orantibus”, dedicada a rezar y a valorar la vocación de los que siempre rezan por nosotros, que son nuestras hermanas y hermanos contemplativos. En nuestra Diócesis de Alcalá, tenemos la suerte de contar con nueve monasterios femeninos de vida contemplativa. Sus religiosas viven consagradas a la alabanza divina y a la oración por todos nosotros. Es de justicia que también nosotros recemos por ellas, agradezcamos su entrega y estemos dispuestos a corresponder con nuestro reconocimiento y ayuda.

Desde el pasado viernes, día 17 de mayo, la Delegación de vida consagrada ha organizado una novena para pedir a Dios por nuestras contemplativas. Es una bonita iniciativa, que se realiza cada día en uno de nuestros Monasterios. Se expone el Santísimo Sacramento y se comparte la adoración y la convivencia. Nuestras hermanas contemplativas agradecen mucho nuestras visitas, que nos acordemos de ellas y que les manifestemos nuestro afecto. La visita a un Convento contemplativo siempre nos estimula. Es gratificante encontrar personas que se han desprendido de todo para vivir escondidas y dedicadas solo a Dios, con la misión de arrancarle todas las bendiciones que nuestro mundo necesita. Se trata de una vocación y una misión que contrasta fuertemente con la mentalidad de nuestro mundo, tan materialista y hedonista. Llama la atención que nosotros, teniéndolo todo, no sepamos ser felices, y que nuestras hermanas contemplativas, careciendo de tantas cosas, sean todo un testimonio de alegría y gratuidad. La vida contemplativa tiene esta dimensión profética, de hacernos comprender que “solo Dios basta”, que Dios es la fuente de nuestro ser, de nuestra alegría y también de una sociedad cada vez más justa y más fraterna.

Para la Jornada “pro orantibus” de este año, los Obispos de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal Española, nos proponen el ejemplo de dos grandes mujeres del Evangelio, que son como dos iconos de la vida contemplativa: la Virgen María, que guarda en su corazón todas las palabras de su Hijo (cfr. Lc 2,19) y María de Betania, sentada a los pies del Señor para escucharle con toda atención (cfr. Lc 10,39). Son dos mujeres discretas, que viven solo para Cristo, que están escondidas, como en segundo plano, pero con una actitud de silencio contemplativo que es fuente de fecundidad espiritual. No en vano, refiriéndose a María de Betania, Jesús dice que “ha escogido la parte mejor y no le será quitada” (Lc 10,42). Tanto la Virgen María como María de Betania supieron afrontar la prueba difícil de un hijo agonizante y de un hermano muerto. Su oración silenciosa fue la fuente en la que encontraron sentido al dolor y al sufrimiento. En un mundo como el nuestro, lleno de prisas y contrastes, tenemos mucho que aprender de nuestras contemplativas. Vivamos su fiesta con gratitud y esperanza.

Recibid mi saludo y mi bendición.

+ Antonio Prieto Lucena, Obispo complutense