El cardenal Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, llama a orar por la paz en Tierra Santa el 15 de agosto

«Un rayo de esperanza para el mundo»

Jerusalén, 9 de agosto de 2024

Queridos hermanos y hermanas:
¡Que el Señor os conceda la paz!

Han pasado muchos meses desde el inicio de esta terrible guerra. El sufrimiento causado por este conflicto y la consternación ante todo lo que está sucediendo no solo no disminuye, sino que parece ser alimentado una y otra vez por el odio, el resentimiento y el desprecio, que no hacen más que intensificar la violencia y alejar la posibilidad de encontrar soluciones.

De hecho, cada vez es más difícil imaginar una salida a este conflicto, cuyas consecuencias para la vida de nuestro pueblo son mayores y más dolorosas que nunca. Cada vez es más difícil encontrar personas e instituciones con las que dialogar sobre el futuro y las relaciones pacíficas. Todos parecemos estar abrumados por este presente, caracterizado por tanta violencia y, es cierto, por tanta rabia.

Sin embargo, estos días parecen importantes para poder cambiar el rumbo del conflicto, y especialmente el 15 de agosto, para nosotros el día de la solemnidad de la Asunción de la Virgen María al cielo.

Ese día, antes o después de la celebración de la Eucaristía o en cualquier otro momento oportuno, invito a todos a un momento de intercesión por la paz ante la Santísima Virgen María. Espero que las parroquias, las comunidades religiosas contemplativas y apostólicas, e incluso los pocos peregrinos que hay entre nosotros, se unan en el deseo común de paz que confiamos a la Santísima Virgen.

Después de tantas palabras, después de haber hecho lo posible para ayudar y estar cerca de todos, especialmente de los más afectados, solo nos queda rezar. Ante tantas palabras de odio que se pronuncian con demasiada frecuencia, queremos ofrecer nuestra oración, hecha de palabras de reconciliación y de paz.

Encontrareis adjunta una oración a Nuestra Señora de la Asunción que podéis rezar el día de esta solemnidad.

Oremos para que en esta larga noche que estamos viviendo, la intercesión de María Santísima abra un rayo de esperanza para todos nosotros y para el mundo entero.

Os deseo lo mejor en Cristo,

+ Card. Pierbattista Pizzaballa
Patriarca Latino de Jerusalén

Súplica por la paz a la Santísima Virgen María Asunta a los cielos

Gloriosa Madre de Dios,
exaltada sobre los coros de los ángeles,
intercede por nosotros con el arcángel san Miguel,
con todas las potencias angélicas de los cielos
y todos los santos,
ante tu Santísimo y amadísimo Hijo, Señor y maestro.

Obtén para esta Tierra Santa,
para todos sus hijos y para toda la humanidad
el don de la reconciliación y la paz.

Que tu profecía se cumpla:
sean dispersos los soberbios
en los pensamientos de sus corazones;
sean derribados de sus tronos los poderosos,
y finalmente sean enaltecidos los humildes;
sean colmados de bienes los hambrientos,
sean reconocidos como hijos de Dios
los que procuran la paz y los mansos hereden la tierra.

Nos lo conceda Jesucristo, tu Hijo,
que hoy te ha exaltado sobre los coros de los ángeles,
te ha ceñido con la corona del reino,
y te ha puesto en el trono del eterno esplendor.
A Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos.
Amén.