Castidad y atracción hacia el mismo sexo (AMS)
(Información y recursos para laicos,
religiosos, religiosas, diáconos y sacerdotes)

¡Advertencia!:
a los menores de edad no se les debe permitir el acceso a Internet sin
supervisión de los padres o tutores; dicha supervisión debería incluir
el uso de un filtro tecnológico en los ordenadores accesibles a los
niños (Cf. Iglesia e Internet, n. 11. Pontificio Consejo para las
Comunicaciones Sociales).
ACUERDO
ENTRE EL ESTADO ESPAÑOL
Y LA SANTA SEDE
SOBRE ASUNTOS JURÍDICOS
Artículo I
1. El Estado Español reconoce a la Iglesia Católica el derecho de
ejercer su misión apostólica y le garantiza el libre y público ejercicio
de las actividades que le son propias y en especial las de culto,
jurisdicción y magisterio.
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Apartado
de la Nota de la Conferencia Episcopal Española de 5-4-2019 en relación
a las informaciones difundidas sobre la diócesis de Alcalá de Henares
«Durante
estos días los obispos han tenido conocimiento de las noticias
publicadas en diversos medios sobre las actividades del COF “Regina
Familiae” de la diócesis de Alcalá de Henares y de la irrespetuosa
entrada de manifestantes en la Catedral Magistral de Alcalá en horario
de culto.
En un diálogo fraterno, además de expresar su apoyo y afecto a Mons. Juan Antonio Reig Pla
y a los colaboradores del COF, y su más firme rechazo a la irrupción
de un grupo de personas vociferantes en un templo donde se estaba
celebrando la liturgia de la Iglesia, también han manifestado lo
siguiente:
- Nos
preocupa asistir, de nuevo, a un ejercicio de manipulación de la
verdad y desinformación intencionada que termina provocando el “odio”
que se dice querer evitar o denunciar.
- Defendemos
la libertad de conciencia de cada persona para afrontar sus diversas
situaciones existenciales buscando ayuda y acompañamiento en las
personas e instituciones que les merecen confianza, entre otras, las de
la Iglesia.
- Afirmamos
la libertad de la Iglesia, reconocida en la Constitución española, la
Ley orgánica de libertad religiosa y los Tratados internacionales sobre
derechos humanos, para ofrecer su visión de la persona y acoger y
acompañar a quien libremente se acerque a ella para crecer en un
desarrollo humano integral desde el anuncio del Evangelio y el amor
misericordioso de Dios.»
NOTA COMPLETA
PINCHAR AQUÍ
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Sobre el cientificismo
«88. Otro peligro considerable es el cientificismo. Esta
corriente filosófica no admite como válidas otras formas de conocimiento
que no sean las propias de las ciencias positivas, relegando al ámbito
de la mera imaginación tanto el conocimiento religioso y teológico, como
el saber ético y estético. En el pasado, esta misma idea se expresaba
en el positivismo y en el neopositivismo, que consideraban sin sentido
las afirmaciones de carácter metafísico. La crítica epistemológica ha
desacreditado esta postura, que, no obstante, vuelve a surgir bajo la
nueva forma del cientificismo. En esta perspectiva, los valores quedan
relegados a meros productos de la emotividad y la noción de ser es
marginada para dar lugar a lo puro y simplemente fáctico. La ciencia se
prepara a dominar todos los aspectos de la existencia humana a través
del progreso tecnológico. Los éxitos innegables de la investigación
científica y de la tecnología contemporánea han contribuido a difundir
la mentalidad cientificista, que parece no encontrar límites, teniendo
en cuenta como ha penetrado en las diversas culturas y como ha aportado
en ellas cambios radicales.
Se debe constatar lamentablemente que lo relativo a la cuestión sobre
el sentido de la vida es considerado por el cientificismo como algo que
pertenece al campo de lo irracional o de lo imaginario. No menos
desalentador es el modo en que esta corriente de pensamiento trata otros
grandes problemas de la filosofía que, o son ignorados o se afrontan
con análisis basados en analogías superficiales, sin fundamento
racional. Esto lleva al empobrecimiento de la reflexión humana, que se
ve privada de los problemas de fondo que el animal rationale se
ha planteado constantemente, desde el inicio de su existencia terrena.
En esta perspectiva, al marginar la crítica proveniente de la valoración
ética, la mentalidad cientificista ha conseguido que muchos acepten la
idea según la cual lo que es técnicamente realizable llega a ser por
ello moralmente admisible.» (Papa San Juan Pablo II, Encíclica Fides et Ratio, 14-9-1998)
«Hoy se está consolidando cada vez más una cultura caracterizada por el
relativismo individualista y el cientificismo positivista; por
consiguiente, una cultura que tiende a cerrarse a Dios y a su ley moral» (Papa Benedicto XVI, Al colegio de escritores de la revista La Civiltà Cattolica, 17-2-2006)
Catecismo de la Iglesia Católica:
« II. La vocación a la
castidad
2337 La castidad significa la integración lograda de la
sexualidad en la persona, y por ello en la unidad interior del hombre en su ser
corporal y espiritual. La sexualidad, en la que se expresa la pertenencia del
hombre al mundo corporal y biológico, se hace personal y verdaderamente humana
cuando está integrada en la relación de persona a persona, en el don mutuo total
y temporalmente ilimitado del hombre y de la mujer.
La virtud de la castidad, por tanto, entraña la integridad de la
persona y la totalidad del don.
La integridad de la persona
2338 La persona casta mantiene la integridad de las
fuerzas de vida y de amor depositadas en ella. Esta integridad asegura la unidad
de la persona; se opone a todo comportamiento que la pueda lesionar. No tolera
ni la doble vida ni el doble lenguaje (cf Mt 5, 37).
2339 La castidad implica un aprendizaje del dominio de
sí, que es una pedagogía de la libertad humana. La alternativa es clara: o
el hombre controla sus pasiones y obtiene la paz, o se deja dominar por ellas y
se hace desgraciado (cf Si 1, 22). “La dignidad del hombre requiere, en efecto,
que actúe según una elección consciente y libre, es decir, movido e inducido
personalmente desde dentro y no bajo la presión de un ciego impulso interior o
de la mera coacción externa. El hombre logra esta dignidad cuando, liberándose
de toda esclavitud de las pasiones, persigue su fin en la libre elección del
bien y se procura con eficacia y habilidad los medios adecuados” (GS 17).
2340 El que quiere permanecer fiel a las promesas de su
Bautismo y resistir las tentaciones debe poner los medios para ello: el
conocimiento de sí, la práctica de una ascesis adaptada a las situaciones
encontradas, la obediencia a los mandamientos divinos, la práctica de las
virtudes morales y la fidelidad a la oración. “La castidad nos recompone; nos
devuelve a la unidad que habíamos perdido dispersándonos” (San Agustín,
Confessiones, 10,
29; 40).
2341 La virtud de la castidad forma parte de la virtud
cardinal de la templanza, que tiende a impregnar de racionalidad las
pasiones y los apetitos de la sensibilidad humana.
2342 El dominio de sí es una obra que dura toda la
vida. Nunca se la considerará adquirida de una vez para siempre. Supone un
esfuerzo reiterado en todas las edades de la vida (cf Tt 2, 1-6). El esfuerzo
requerido puede ser más intenso en ciertas épocas, como cuando se forma la
personalidad, durante la infancia y la adolescencia.
2343 La castidad tiene unas leyes de crecimiento;
éste pasa por grados marcados por la imperfección y, muy a menudo, por el
pecado. “Pero el hombre, llamado a vivir responsablemente el designio sabio y
amoroso de Dios, es un ser histórico que se construye día a día con sus opciones
numerosas y libres; por esto él conoce, ama y realiza el bien moral según las
diversas etapas de crecimiento” (FC 34).
2344 La castidad representa una tarea eminentemente
personal; implica también un esfuerzo cultural, pues “el desarrollo de la
persona humana y el crecimiento de la sociedad misma están mutuamente
condicionados” (GS 25). La castidad supone el respeto de los derechos de la
persona, en particular, el de recibir una información y una educación que
respeten las dimensiones morales y espirituales de la vida humana.
2345 La castidad es una virtud moral. Es también un don
de Dios, una gracia, un fruto del trabajo espiritual (cf Ga 5, 22). El
Espíritu Santo concede, al que ha sido regenerado por el agua del bautismo,
imitar la pureza de Cristo (cf 1 Jn 3, 3).
La integridad del don de sí
2346 La caridad es la forma de todas las virtudes. Bajo
su influencia, la castidad aparece como una escuela de donación de la persona.
El dominio de sí está ordenado al don de sí mismo. La castidad conduce al que la
practica a ser ante el prójimo un testigo de la fidelidad y de la ternura de
Dios.
2347 La virtud de la castidad se desarrolla en la
amistad. Indica al discípulo cómo seguir e imitar al que nos eligió como sus
amigos (cf Jn 15, 15), a quien se dio totalmente a nosotros y nos hace
participar de su condición divina. La castidad es promesa de inmortalidad.
La castidad se expresa especialmente en la amistad con el
prójimo. Desarrollada entre personas del mismo sexo o de sexos distintos, la
amistad representa un gran bien para todos. Conduce a la comunión espiritual.
Los diversos regímenes de la castidad
2348 Todo bautizado es llamado a la castidad. El
cristiano se ha “revestido de Cristo” (Ga 3, 27), modelo de toda castidad. Todos
los fieles de Cristo son llamados a una vida casta según su estado de vida
particular. En el momento de su Bautismo, el cristiano se compromete a dirigir
su afectividad en la castidad.
2349 La castidad “debe calificar a las
personas según los diferentes estados de vida: a unas, en la virginidad o en el
celibato consagrado, manera eminente de dedicarse más fácilmente a Dios solo con
corazón indiviso; a otras, de la manera que determina para ellas la ley moral,
según sean casadas o célibes” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl.
Persona humana, 11). Las
personas casadas son llamadas a vivir la castidad conyugal; las otras practican
la castidad en la continencia.
«Se nos enseña que hay tres formas de la virtud de la castidad: una de los
esposos, otra de las viudas, la tercera de la virginidad. No alabamos a una con
exclusión de las otras. [...] En esto la disciplina de la Iglesia es rica» (San
Ambrosio, De viduis 23).»
(...)
« 2359 Las personas homosexuales están llamadas a la
castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad
interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la
oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y
resueltamente a la perfección cristiana.»
Papa Francisco:
"250. La Iglesia hace suyo el comportamiento del Señor Jesús que en un amor ilimitado se ofrece a todas las personas sin excepción[275].
Con los Padres sinodales, he tomado en consideración la situación de
las familias que viven la experiencia de tener en su seno a personas con
tendencias homosexuales, una experiencia nada fácil ni para los padres
ni para sus hijos. Por eso, deseamos ante todo reiterar que toda
persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada
en su dignidad y acogida con respeto, procurando evitar «todo signo de
discriminación injusta»[276],
y particularmente cualquier forma de agresión y violencia. Por lo que
se refiere a las familias, se trata por su parte de asegurar un
respetuoso acompañamiento, con el fin de que aquellos que manifiestan
una tendencia homosexual puedan contar con la ayuda necesaria para
comprender y realizar plenamente la voluntad de Dios en su vida[277].
251. En el curso del debate sobre la dignidad y la
misión de la familia, los Padres sinodales han hecho notar que los
proyectos de equiparación de las uniones entre personas homosexuales con
el matrimonio, «no existe ningún fundamento para asimilar o establecer
analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el
designio de Dios sobre el matrimonio y la familia [...] Es inaceptable
que las iglesias locales sufran presiones en esta materia y que los
organismos internacionales condicionen la ayuda financiera a los países
pobres a la introducción de leyes que instituyan el “matrimonio” entre
personas del mismo sexo»[278]." (Amoris laetitia, nn. 250-251)
"La ecología humana implica también algo muy hondo: la necesaria
relación de la vida del ser humano con la ley moral escrita en su propia
naturaleza, necesaria para poder crear un ambiente más digno. Decía
Benedicto XVI que existe una «ecología del hombre» porque «también el
hombre posee una naturaleza que él debe respetar y que no puede
manipular a su antojo». En esta línea, cabe reconocer que nuestro propio
cuerpo nos sitúa en una relación directa con el ambiente y con los
demás seres vivientes. La aceptación del propio cuerpo como don de Dios
es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre
y casa común, mientras una lógica de dominio sobre el propio cuerpo se
transforma en una lógica a veces sutil de dominio sobre la creación.
Aprender a recibir el propio cuerpo, a cuidarlo y a respetar sus
significados, es esencial para una verdadera ecología humana. También la
valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad es
necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente.
De este modo es posible aceptar gozosamente el don específico del otro o
de la otra, obra del Dios creador, y enriquecerse recíprocamente. Por
lo tanto, no es sana una actitud que pretenda «cancelar la diferencia
sexual porque ya no sabe confrontarse con la misma»" ( Laudato Si', n.
155).
"Si el ser humano no redescubre su verdadero lugar, se entiende mal a sí
mismo y termina contradiciendo su propia realidad: «No sólo la tierra
ha sido dada por Dios al hombre, el cual debe usarla respetando la
intención originaria de que es un bien, según la cual le ha sido dada;
incluso el hombre es para sí mismo un don de Dios y, por tanto, debe
respetar la estructura natural y moral de la que ha sido dotado»
( Laudato Si', n. 115).
Entrevista al Papa Francisco, 28-7-2013:
[Respecto del aborto y el matrimonio entre personas
del mismo sexo] «¿Cuál es la postura de Su Santidad? ¿Puede hablarnos?
Papa Francisco:
La de la Iglesia. Soy hijo de la Iglesia»
Nota: sobre la conocida carta que escribió el Cardenal Bergoglio
a las Monjas Carmelitas respecto de la cuestión del matrimonio entre
personas del mismo sexo, PINCHAR AQUÍ..
Como propuesta a la libertad de nuestros lectores, y desde el más exquisito respeto hacia todas las personas, se introduce en este apartado, a la luz del Magisterio de la Iglesia, una primera aproximación al tema de la homosexualidad.
Es capital recordar, actuando en consecuencia, que los hombres y
mujeres que experimentan una atracción sexual hacia personas del mismo
sexo (AMS) “deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se
evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta.”(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2358)
La Iglesia Católica enseña en su Magisterio que es necesario distinguir
entre las personas que sienten inclinación homosexual, la inclinación
homosexual propiamente dicha (objetivamente desordenada) y los actos homosexuales (intrínsecamente desordenados); además, en la valoración de las conductas hay que diferenciar los niveles objetivo y subjetivo.
Por otra parte, la comprensión e identificación de la orientación sexual de una persona puede cambiar en el transcurso de la vida; es posible la esperanza.
En este sentido la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (miembros) ha publicado un documento titulado «La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar», en el que se insiste en que es necesario acoger y respetar a las personas que sienten atracción sexual hacia el mismo sexo (AMS); naturalmente esto es de aplicación a cualquier persona y, por tanto, también a quienes sienten el deseo de cambiar de sexo
(DCS). Recuerdan también los obispos españoles que la Doctrina Católica
al respecto habla, desde la verdad, de amor y de esperanza para todos y
en particular para quienes más sufren. Los criterios recogidos por los
Obispos españoles son de vital importancia para la correcta atención
pastoral, de hombres y mujeres, con atracción sexual hacia el mismo sexo, en los Centros de Orientación Familiar, en las parroquias, movimientos, comunidades y demás realidades eclesiales.
Respecto a este tema, al menos, pueden ser destacados diez
elementos fundamentales del Magisterio de la Iglesia Católica que han
sido recordados por los Obispos españoles en el citado documento
[apartado «4.e» «La esperanza no defrauda» (Rom 5, 5), números 77-81 y notas 66-72], a saber:
Los hombres y mujeres con atracción sexual hacia el mismo sexo
Los hombres y mujeres con atracción sexual hacia el mismo sexo «deben
ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto
a ellos, todo signo de discriminación injusta»: Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2358.
La particular inclinación de la persona con atracción sexual hacia el mismo sexo
La particular inclinación de la persona con atracción sexual hacia el
mismo sexo, «aunque en sí no sea pecado, constituye sin embargo una
tendencia, más o menos fuerte, hacia un comportamiento intrínsecamente
malo desde el punto de vista moral. Por este motivo la inclinación
misma debe ser considerada como objetivamente desordenada»: Congregación para la Doctrina de la Fe,Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales (1.X.1986), n. 3.
Los actos sexuales entre personas del mismo sexo
“Apoyándose en la sagrada Escritura que los presenta como depravaciones
graves, la Tradición ha declarado siempre que «los actos homosexuales
son intrínsecamente desordenados». Son contrarios a la ley natural.
Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera
complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en
ningún caso”: Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2357.
El significado moral del cuerpo y de sus comportamientos
«Una
doctrina que separe el acto moral de las dimensiones corpóreas de su
ejercicio es contraria a las enseñanzas de la sagrada Escritura y de la
Tradición. Tal doctrina hace revivir, bajo nuevas formas, algunos
viejos errores combatidos siempre por la Iglesia, porque reducen la
persona humana a una libertad espiritual, puramente formal.
Esta reducción ignora el significado moral del cuerpo y de sus
comportamientos (cf. 1 Co 6, 19). El apóstol Pablo declara excluidos
del reino de los cielos a los «impuros, idólatras, adúlteros,
afeminados, homosexuales, ladrones, avaros, borrachos, ultrajadores y
rapaces» (cf. 1 Co 6, 9-10). Esta condena —citada por el concilio de
Trento 88— enumera como pecados mortales, o prácticas infames,
algunos comportamientos específicos cuya voluntaria aceptación impide a
los creyentes tener parte en la herencia prometida. En efecto, cuerpo y alma son inseparables: en la persona, en el agente voluntario y en el acto deliberado, están o se pierden juntos»: San Juan Pablo II, Encíclica Veritatis Splendor, 49.
Sobre la imputabilidad
“La ignorancia involuntaria puede disminuir, y aún excusar, la
imputabilidad de una falta grave, pero se supone que nadie ignora los
principios de la ley moral que están inscritos en la conciencia de todo
hombre. Los impulsos de la sensibilidad, las pasiones pueden igualmente
reducir el carácter voluntario y libre de la falta, lo mismo que las
presiones exteriores o los trastornos patológicos. El pecado más grave
es el que se comete por malicia, por elección deliberada del mal”: Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1860.
Hay esperanza, es posible superar las dificultades personales
Las personas con atracción sexual hacia el mismo sexo «deben ser
acogidas en la acción pastoral con comprensión y deben ser sostenidas
en la esperanza de superar sus dificultades personales»: Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Persona humana (29. XII. 1975), n. 8.
Los
Obispos y las formas especializadas de atención pastoral con la
colaboración de las ciencias psicológicas, sociológicas y médicas
«Los obispos deben procurar sostener con los medios a su disposición el
desarrollo de formas especializadas de atención pastoral para las
personas homosexuales. Esto podría incluir la colaboración de las
ciencias psicológicas, sociológicas y médicas, manteniéndose siempre en
plena fidelidad con la doctrina de la Iglesia»: Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales (1. X. 1986), n. 17.
Importancia de la detección precoz
«Los padres, por su parte, cuando advierten en sus hijos, en edad
infantil o en la adolescencia, alguna manifestación de dicha tendencia
o de tales comportamientos, deben buscar la ayuda de personas expertas
y cualificadas para proporcionarles todo el apoyo posible»: Pontificio Consejo para la Familia.Sexualidad humana: verdad y significado, n. 104.
Terapia apropiada
«Muchos casos, especialmente si la práctica de actos homosexuales no se
ha enraizado, pueden ser resueltos positivamente con una terapia
apropiada»: Pontificio Consejo para la Familia. Sexualidad humana: verdad y significado, n. 104.
Sobre la no discriminación
«La “tendencia sexual” no constituye una cualidad comparable con la
raza, el origen étnico, etc., respecto a la no discriminación. A
diferencia de esas cualidades, la tendencia homosexual es un desorden
objetivo (cf. Carta, n. 3) y conlleva una cuestión moral»: Congregación
para la Doctrina de la Fe, Algunas consideraciones concernientes a la
Respuesta a propuestas de ley sobre la no discriminación de las
personas homosexuales (23.VII. 1992), n. 10.
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Papa Francisco, Amoris laetitia, 19-3-2016:
«Amor de madre y de padre
172. «Los niños, apenas
nacidos, comienzan a recibir como don, junto a la comida y los
cuidados, la confirmación de las cualidades espirituales del amor. Los
actos de amor pasan a través del don del nombre personal, el lenguaje
compartido, las intenciones de las miradas, las iluminaciones de las
sonrisas. Aprenden así que la belleza del vínculo entre los seres
humanos apunta a nuestra alma, busca nuestra libertad, acepta la
diversidad del otro, lo reconoce y lo respeta como interlocutor [...] y
esto es amor, que trae una chispa del amor de Dios»[187]. Todo niño
tiene derecho a recibir el amor de una madre y de un padre, ambos
necesarios para su maduración íntegra y armoniosa. Como dijeron los
Obispos de Australia, ambos «contribuyen, cada uno de una manera
distinta, a la crianza de un niño. Respetar la dignidad de un niño
significa afirmar su necesidad y derecho natural a una madre y a un
padre»[188]. No se trata sólo del amor del padre y de la madre por
separado, sino también del amor entre ellos, percibido como fuente de
la propia existencia, como nido que acoge y como fundamento de la
familia. De otro modo, el hijo parece reducirse a una posesión
caprichosa. Ambos, varón y mujer, padre y madre, son «cooperadores del
amor de Dios Creador y en cierta manera sus intérpretes»[189]. Muestran
a sus hijos el rostro materno y el rostro paterno del Señor. Además,
ellos juntos enseñan el valor de la reciprocidad, del encuentro entre
diferentes, donde cada uno aporta su propia identidad y sabe también
recibir del otro. Si por alguna razón inevitable falta uno de los dos,
es importante buscar algún modo de compensarlo, para favorecer la
adecuada maduración del hijo.
173. El sentimiento de
orfandad que viven hoy muchos niños y jóvenes es más profundo de lo que
pensamos. Hoy reconocemos como muy legítimo, e incluso deseable, que
las mujeres quieran estudiar, trabajar, desarrollar sus capacidades y
tener objetivos personales. Pero, al mismo tiempo, no podemos ignorar
la necesidad que tienen los niños de la presencia materna,
especialmente en los primeros meses de vida. La realidad es que «la
mujer está ante el hombre como madre, sujeto de la nueva vida humana
que se concibe y se desarrolla en ella, y de ella nace al mundo»[190].
El debilitamiento de la presencia materna con sus cualidades femeninas
es un riesgo grave para nuestra tierra. Valoro el feminismo cuando no
pretende la uniformidad ni la negación de la maternidad. Porque la
grandeza de la mujer implica todos los derechos que emanan de su
inalienable dignidad humana, pero también de su genio femenino,
indispensable para la sociedad[191]. Sus capacidades específicamente
femeninas —en particular la maternidad— le otorgan también deberes,
porque su ser mujer implica también una misión peculiar en esta tierra,
que la sociedad necesita proteger y preservar para bien de todos.
174. De hecho, «las
madres son el antídoto más fuerte ante la difusión del individualismo
egoísta [...] Son ellas quienes testimonian la belleza de la
vida»[192]. Sin duda, «una sociedad sin madres sería una sociedad
inhumana, porque las madres saben testimoniar siempre, incluso en los
peores momentos, la ternura, la entrega, la fuerza moral. Las madres
transmiten a menudo también el sentido más profundo de la práctica
religiosa: en las primeras oraciones, en los primeros gestos de
devoción que aprende un niño[...] Sin las madres, no sólo no habría
nuevos fieles, sino que la fe perdería buena parte de su calor sencillo
y profundo. [...] Queridísimas mamás, gracias, gracias por lo que sois
en la familia y por lo que dais a la Iglesia y al mundo»[193].
175. La madre, que
ampara al niño con su ternura y su compasión, le ayuda a despertar la
confianza, a experimentar que el mundo es un lugar bueno que lo recibe,
y esto permite desarrollar una autoestima que favorece la capacidad de
intimidad y la empatía. La figura paterna, por otra parte, ayuda a
percibir los límites de la realidad, y se caracteriza más por la
orientación, por la salida hacia el mundo más amplio y desafiante, por
la invitación al esfuerzo y a la lucha. Un padre con una clara y feliz
identidad masculina, que a su vez combine en su trato con la mujer el
afecto y la protección, es tan necesario como los cuidados maternos.
Hay roles y tareas flexibles, que se adaptan a las circunstancias
concretas de cada familia, pero la presencia clara y bien definida de
las dos figuras, femenina y masculina, crea el ámbito más adecuado para
la maduración del niño.
176. Se dice que nuestra
sociedad es una «sociedad sin padres». En la cultura occidental, la
figura del padre estaría simbólicamente ausente, desviada, desvanecida.
Aun la virilidad pareciera cuestionada. Se ha producido una
comprensible confusión, porque «en un primer momento esto se percibió
como una liberación: liberación del padre-patrón, del padre como
representante de la ley que se impone desde fuera, del padre como
censor de la felicidad de los hijos y obstáculo a la emancipación y
autonomía de los jóvenes. A veces, en el pasado, en algunas casas,
reinaba el autoritarismo, en ciertos casos nada menos que el
maltrato»[194]. Pero, «como sucede con frecuencia, se pasa de un
extremo a otro. El problema de nuestros días no parece ser ya tanto la
presencia entrometida del padre, sino más bien su ausencia, el hecho de
no estar presente. El padre está algunas veces tan concentrado en sí
mismo y en su trabajo, y a veces en sus propias realizaciones
individuales, que olvida incluso a la familia. Y deja solos a los
pequeños y a los jóvenes»[195]. La presencia paterna, y por tanto su
autoridad, se ve afectada también por el tiempo cada vez mayor que se
dedica a los medios de comunicación y a la tecnología de la
distracción. Hoy, además, la autoridad está puesta bajo sospecha y los
adultos son crudamente cuestionados. Ellos mismos abandonan las
certezas y por eso no dan orientaciones seguras y bien fundadas a sus
hijos. No es sano que se intercambien los roles entre padres e hijos,
lo cual daña el adecuado proceso de maduración que los niños necesitan
recorrer y les niega un amor orientador que les ayude a madurar[196].
177. Dios pone al padre
en la familia para que, con las características valiosas de su
masculinidad, «sea cercano a la esposa, para compartir todo, alegrías y
dolores, cansancios y esperanzas. Y que sea cercano a los hijos en su
crecimiento: cuando juegan y cuando tienen ocupaciones, cuando están
despreocupados y cuando están angustiados, cuando se expresan y cuando
son taciturnos, cuando se lanzan y cuando tienen miedo, cuando dan un
paso equivocado y cuando vuelven a encontrar el camino; padre presente,
siempre. Decir presente no es lo mismo que decir controlador. Porque
los padres demasiado controladores anulan a los hijos»[197]. Algunos
padres se sienten inútiles o innecesarios, pero la verdad es que «los
hijos necesitan encontrar un padre que los espera cuando regresan de
sus fracasos. Harán de todo por no admitirlo, para no hacerlo ver, pero
lo necesitan»[198]. No es bueno que los niños se queden sin padres y
así dejen de ser niños antes de tiempo.»
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Así pues, si alguna persona quiere formarse sobre este tema o desea libremente un cambio o evolución, desde el respeto a todos, informamos de los siguientes textos y recursos.
Textos de la Biblia citados en el Catecismo de la Iglesia Católica
» Génesis 19, 1-29
» Carta a los Romanos 1, 24-27
» Primera carta a los Corintios 6, 10
» Primera carta a Timoteo 1, 10
Santa Sede
» Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 2357-2359.
» Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, n. 492.
» Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, n. 228.
Pontificio Consejo "Justicia y Paz".
» Discurso a los participantes en la Plenaria del Consejo Pontificio “Cor Unum”
19-1-2013. Benedicto XVI.
» Mensaje para la XLVI Jornada Mundial de la Paz 2013,
Bienaventurados los que trabajan por la paz.
1-1-2013. Benedicto XVI.
» Discurso a la Curia romana con ocasión de las felicitaciones de Navidad.
21-12-2012. Benedicto XVI.
» Notificación acerca del libro Just love. A Framework for Christian Sexual Ethics
de Sor Margaret A. Farley, R.S.M.
30-3-2012. Congregación para la Doctrina de la Fe.
» En busca de una ética universal: nueva mirada sobre la ley natural, n. 80.
2009. Comisión Teológica Internacional.
» Notificación sobre algunos escritos del Rvdo. P. Marciano Vidal, C.Ss.R., n. 2
22-2-2001. Congregación para la Doctrina de la Fe.
» Notificación sobre los escritos y las actividades de la Hermana Jeannine
Gramick, S.N.D. y del Padre Robert Nugent, S.D.S.
31-5-1999. Congregación para la Doctrina de la Fe.
» Sexualidad Humana: Verdad y Significado, n. 104.
8-12-1995. Pontificio Consejo para la Familia
» Encíclica Veritatis splendor, n. 49
6-8-1993. San Juan Pablo II.
» Nota referente al libro «The Sexual Creators. An Ethical proposal for Concerned
Christians» (University Press of America, Lanham-New York-London 1986) del
P. André Guindon, O.M.I.
31-1-1992. Congregación para la Doctrina de la Fe.
» Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales.
1-10-1986. Congregación para la Doctrina de la Fe.
» Orientaciones educativas sobre el amor humano
Pautas de educación sexual, nn. 101-102.
1-11-1983. Congregación para la Educación Católica.
» Declaración acerca de ciertas cuestiones de ética sexual – Persona humana.
29-12-1975. Congregación para la Doctrina de la Fe.
» Ideología de género (“gender”), perspectiva de género o teoría de género.
Sobre el discernimiento vocacional en relación
con las personas de tendencias homosexuales:
» Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis
«El Don de la vocación presbiteral», pág. 83-84.
8-12-2016. Congregación para el Clero
» Instrucción sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación con las
personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al seminario
y a las órdenes sagradas.
04-11-2005. Congregación para la Educación Católica.
» Respuesta a la pregunta sobre si es lícito que un Obispo
diocesano ordene al sagrado presbiterado a un varón que
manifieste propensiones llamadas homosexuales
16-05-2002. Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos
(publicado en italiano en Notitiae 436, diciembre de 2002, Ciudad del Vaticano, pág. 586).
Sobre el reconocimiento legal de las uniones entre personas del mismo sexo
y la posibilidad de adopción de niños en el contexto de las relaciones homosexuales:
» Discurso a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede
con motivo de las felicitaciones de Año Nuevo (párrafo décimo).
11-01-2010. Benedicto XVI.
» Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal
de las uniones entre personas homosexuales.
31 de julio de 2003. Congregación para la Doctrina de la Fe.
» Familia, matrimonio y “uniones de hecho”, n. 23.
21-11-2000. Pontificio Consejo para la Familia.
» Algunas consideraciones concernientes a la Respuesta a propuestas
de ley sobre la no discriminación de las personas homosexuales
23 de julio de 1992. Congregación para la Doctrina de la Fe.
Conferencia Episcopal Española
» Nota sobre la legislación familiar y la crisis económica.
22-11-2012. C Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española.
» Nota sobre el matrimonio y el fallo del Tribunal Constitucional.
08-11-2012. Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española.
» La verdad del amor humano.
Orientaciones sobre el amor conyugal,
la ideología de género y la legislación familiar.
Documento aprobado el 26 de abril de 2012 por la XCIX Asamblea Plenaria de la
Conferencia Episcopal Española.
» Hombre y mujer los creó.
26-12-2004. Nota de los Obispos de la Subcomisión Episcopal para
la Familia y la Defensa de la Vida.
» En favor del verdadero matrimonio.
15-07-2004. Nota del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española.
» Matrimonio, familia y uniones homosexuales.
24-06-1994. Nota de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española.
Obispos / Diócesis
» Cardenal Jorge Mario Bergoglio, s.j., Arzobispo de Buenos Aires
Carta a las Monjas Carmelitas sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo
Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Buenos, Aires, Julio de 2010, páginas 227-232
» Tiempo de sanación, no de lamentaciones. Nota sobre la «Ley de protección integraln
contra la LGTBIfobia y la discriminación por razón de orientación e identidad sexual en
la Comunidad de Madrid»
Obispos de Alcalá de Henares y Getafe, 7-8-2016
» Reflexiones pastorales sobre la «Ley de Identidad y Expresión de Género
e Igualdad
Social y no Discriminación de la Comunidad Autónoma de
Madrid»
Obispos de Alcalá de Henares y Getafe, 21-3-2016
» Carta de Mons. Demetrio Fernández González, Obispo de Córdoba.
“La ideología de género rompe la familia”
03-01-2013.
» Entrevista a Mons. Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares
“La esperanza no defrauda”
15-11-2012.
» Entrevista a Mons. Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares
“Itinerarios de libertad y esperanza”
16-04-2012.
» Situación de la familia en Latinoamérica y el Caribe, desafíos y oportunidades,
prioridades pastorales, estrategias de colaboración.
29-03-2011. Cardenal Ennio Antonelli, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia.
» Homilía de Mons. Demetrio Fernández González, Obispo de Córdoba.
26-12-2010.
» Sobre la “doble vida” de algunos sacerdotes.
23-07-2010. Comunicado del Vicariato de Roma (en italiano).
» Formar el corazón: la educación afectiva y de la sexualidad (apartado V-3).
La Formación Sacerdotal en los Seminarios de América Latina: actas de la reunión
plenaria de la Pontificia
Comisión para América Latina (17-20 de febrero de 2009).
Intervención de S. Emcia. Card. Juan Sandoval Iñiguez, Arzobispo de Guadalajara (México).
» Hombre o mujer: ¿realidad o elección?
21-06-2008. S. Emcia. Cardenal Carlo Caffarra, Arzobispo de Bolonia.
» Entrevista a Mons. Juan Antonio Reig Pla, entonces Obispo de Segorbe-Castellón,
ahora Obispo de Alcalá de Henares
Febrero de 2005.
Esta entrevista fue publicada en la revista “Familia et Vita” del
Pontificio Consejo para la Familia
(Año X 2/2005).
» Identidad y diferencia sexual
2004. S. Emcia. Cardenal Angelo Scola
» Homosexualidad y esperanza.
19-02-2002. Mons. José Ignacio Munilla Aguirre, entonces presbítero y
actualmente Obispo de San Sebastián.
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Para meditar y orar: algunos santos mártires de la castidad
» San Carlos Lwanga y compañeros, mártires de Uganda (3 de junio)
» San Pelayo, mártir (26 de junio)
» La persecución a los Obispos que enseñan la Doctrina Católica
sobre la atracción sexual hacia el mismo sexo
Profesionales / Otros documentos
» Declaración de la Asociación Médica Católica de EE.UU.
Homosexualidad y esperanza.
» Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos (FIAMC)
Carta
» Asociación Española de Farmacéuticos Católicos
El SIDA. 100 cuestiones y respuestas sobre el
“síndrome de
inmunodeficiencia adquirida” y la actitud de los católicos, nn. 61 y
94-99
» Lo que usted debe saber sobre Orientación Sexual de la Juventud
American College of Pediatricians (ACP) - Original en inglés-
» La homosexualidad a la luz de la genética
Prf. Dr. Nicolás Guillermo Jouve de la Barreda
Catedrático de Genética
Universidad de Alcalá de Henares
» ¿Existe un determinismo genético de la orientación sexual?
Prf. Dr. Nicolás Guillermo Jouve de la Barreda
Catedrático Emérito de Genética
Universidad de Alcalá de Henares
» Homosexualidad: extensión del fenómeno desde una perspectiva psico-social
Manuel Barceló Iranzo
Médico Psiquiatra
» Los errores de la homosexualidad
Dr. Ricardo Zapata García
Psiquiatra
Clínica Universidad de Navarra
» Psicopatología asociada a la homosexualidad
J. Schlatter (1), J. Irala (2), I. Escamilla(1)
(1) Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica.
Clínica Universitaria.
(2) Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública.
Facultad de Medicina.
Universidad de Navarra.
» Cuestiones bioéticas sobre la homosexualidad.
2009. Varios autores:
Falsas homosexualidades
Ángel García Prieto
Psiquiatra
Las personas homosexuales
Juan Moya Corredor
Doctor en Medicina
Homosexualidad y homofobia. Cuando la policía de las ideas sustituye al debate
Tony Anatrella. Psicoanalista. Especialista en Psiquiatría Social.
La terapia de las tendencias homosexuales
Gerard J.M. van den Aardweg.
Psiquiatra, Doctor en Filosofía, Holanda.
» Cómo puede vivir la castidad un homosexual
Entrevista al profesor Gerard
van den Aardweg (Psiquiatra, Doctor en Filosofía, Holanda)
Por Carmen Montón
» Organización Mundial de la Salud (OMS)
CIE-10 . Ver F66.1 (en español)
» Organización Mundial de la Salud (OMS)
ICD-10. Ver F66.1 (en inglés)
» Campaña de concienciación a favor de la homosexualidad en Estados Unidos.
Traducción del original Selling Homosexuality to America, Paul E. Rondeau
Libros
» «Amar en la diferencia. Las formas de la sexualidad y el pensamiento católico»
Este libro es fruto
de un Simposio sobre «la cuestión referida a la atracción sexual hacia
el mismo sexo» organizado en Roma por el Pontificio Instituto Juan
Pablo II para estudios sobre el Matrimonio y la Familia acogiendo una
petición explícita de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
» Índice de la obra y presentación a la edición española (pdf)
La estructura de la presentación es la siguiente:
1. El amor de Cristo nos apremia (2 Cor 5,14)
2. Fundamentos generales
3. Fundamentos específicos
4. La terminología
5. La cuestión de la «terapia apropiada»
6. La «ideología de género» y las teorías Queer y Cyborg
7. Conclusión
» Reseña en el Pontificio Consejo para los Laicos
» Reseña en la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos
Católicos (FIAMC)
» Editorial Biblioteca de Autores Cristianos (BAC). Ficha del libro
» Título: Amare nella differenza. Le forme della sessualità e il pensiero cattolico:
studio interdisciplinare
A cargo del Pontificio Instituto Juan Pablo II
para estudios sobre el matrimonio y la familia
Varios autores.
Editorial Librería Editrice Vaticana y la Editorial Cantagalli de Siena
» Título: Lexicón
(Ver en el índice temático "homosexualidad")
A cargo del Consejo Pontificio para la Familia
Varios autores.
Editorial: Palabra
(Índice general e índice temático)
» Título: Algunas consideraciones para el debate actual acerca de la homosexualidad.
Autores: Dr. Fernando Chomali et al. (Libro en pdf. Pinchar aquí)
Editorial: Pontificia Universidad Católica de Chile - Facultad de Medicina
» Título: La grandeza del amor humano.
Autores: Juan de Dios Larrú (ed.) AA.VV.
Editorial: Biblioteca de Autores Cristianos
» Título: Comprender y sanar la homosexualidad:
alguien que tú conoces necesita este libro
Autor: Cohen, Richard A. (1952- )
Editorial: Libroslibres
» Título: Homosexualidad y esperanza :
terapia y curación en la experiencia de un psicólogo
Autor: Aardweg, Gerard J. M. van den
Editorial: Eunsa
» Título: La confusión de género en la infancia
Autor/es: Nicolosi, Joseph ; Nicolosi, Linda Ames
Editorial: Ediciones Palabra, S.A.
» Título: Quiero dejar de ser homosexual. Casos reales de terapia reparativa
Autor: Joseph Nicolosi
Editorial: Ediciones Encuentro
» Título: Comprendiendo la homosexualidad
Autor: Dr. Jokin de Irala
Editorial: Eunsa
» Título: Cómo entender la homosexualidad
Autor: Dr. Vicente Villar Amigó y Barbara Dale O'Leary
Editorial: La Caja - Sekotia
Vídeos / DVD's
» Homosexualidad, ¿tendencia, opción, alternativa, trastorno?
Jokin de Irala
Doctor en Medicina y doctor en Salud Pública
Catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública
Universidad de Navarra
Recursos en la Red
» couragerc.org
Los miembros de Courage son hombres y
mujeres que experimentan atracciones al mismo sexo y que han hecho un
compromiso por vivir la castidad
» Movimiento Luz-Vida (De Derecho Pontificio - Polonia)
Con un servicio de ayuda a las personas que viven problemas relacionados con la homosexualidad
» www.therapeuticchoice.com (en inglés)
» www.therapeuticchoice.com (información en español y otros idiomas)
Más información en la red
» Boletín Oficial de las Diócesis de la Provincia Eclesiástica de Madrid 1
» Boletín Oficial de las Diócesis de la Provincia Eclesiástica de Madrid 2
» Universidad de Navarra - búsqueda 1
» Universidad de Navarra -búsqueda 2
» Vida Humana Internacional
» Sólo para jóvenes
Apéndice I
» Castidad y deseo de cambiar de sexo (DCS)
Apéndice II
» El movimiento LGBT: algunos de sus documentos y datos
Apéndice III
Algunos datos sobre la violencia doméstica en las uniones
entre personas del mismo sexo
(Llamada en el ámbito de la
ideología de género “violencia intragénero”)
www.colegas.lgbt
«Según el último estudio
realizado por Richard Carroll de la Universidad Northwestern de Chicago
(publicado en Septiembre de 2014), indica que entre un 25 y un 75% de las
parejas homosexuales son víctimas de violencia doméstica»
www.revistas.unlp.edu.ar
«Un estudio que se
realizó en 2012 en México, logró demostrar que dentro de las relaciones entre
mujeres, el 83% de las entrevistadas, habían confirmado que fueron víctimas de
violencia por parte de su pareja, que involucran desde celos, posesión,
maltrato psicológico, físico, coerción, amenazas, bromas hirientes,
descalificaciones, etc. (Fuente: Sara Bea, 2015)»
www.researchgate.net
«Algunos de los estudios
realizados en los últimos 10 años entorno a la incidencia y factores predisponentes involucrados
en la manifestación
de violencia en las
relaciones de pareja del mismo sexo han revelado que hasta un 70% de la muestra
estudiada había sufrido algún tipo de abuso en sus relaciones de pareja y que
en la mayoría de los
casos, los participantes
habían tenido experiencias
de violencia doméstica en el
hogar de origen (Mak, Chong y Kwong, 2010; López y Ayala, 2011).
Como características y
manifestaciones de este fenómeno,
se ha encontrado que las
lesbianas tienden a sufrir con
mayor frecuencia de
golpes, amenazas verbales, cuestionamientos respecto
a su orientación
sexual y aislamiento
social, mientras que en
las parejas de
hombres el abuso
sexual es más
frecuente. Así mismo, se ha identificado
que la violencia psicológica es diaria en más de la mitad de los casos y que
las personas casadas [sic] ejercen mayor control sobre la persona maltratada
(Aldarte, 2010; Mena, Rodríguez y Malavé, 2005)»
www.crismhom.com
«La revista gay Advocate
realizó una de sus habituales encuestas sobre temas relacionados con la comunidad
gay-lesbiana. En esta ocasión la pregunta era: "¿Has sido alguna vez
objeto de violencia por parte de tu pareja?". Las respuestas se dividieron
de la siguiente manera:
contestaron que no un 67.8 y contestaron que sí un 32.2%»
www.advocate.com
«2 Studies That Prove Domestic Violence Is an LGBT Issue
The
National Violence Against Women survey found that 21.5 percent of men
and 35.4 percent of women living with a same-sex partner experienced
intimate-partner physical violence in their lifetimes»
Informe
ALDARTE (PINCHAR AQUÍ)
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Violencia
en parejas transexuales, transgénero e intersexuales: una revisión
bibliográfica. Saúde Soc, 914-935. Otero, L. M. R., Carrera Fernández,
M. V., Lameiras Fernández, M., & Rodríguez Castro, Y. (2015).
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