«La adoración eucarística es un modo sublime de oración y encuentro con el Señor, donde brota espontánea la misma súplica de los discípulos de Emaús: “Quédate con nosotros” (Lc 24, 29)» (Papa San Juan Pablo II, Discurso a los miembros del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales con vistas al Congreso de Sevilla, n. 3, 7 de noviembre de 1991)